DESCRIPCIÓN:
Elisabeth Volkenrath, una de los 6 hijos del trabajador forestal Josef Mühlau y su esposa, nació el 5 de septiembre de 1919 en Schönau an der Katzbach, entonces parte de la República de Weimar, que fue el gobierno de Alemania de 1918 a 1933.
En enero de 1933, cuando Adolf Hitler y su partido nazi llegaron al poder, Elisabeth sólo tenía 13 años. Poco después se hizo miembro de la Liga de Muchachas Alemanas, que era la sección femenina de las Juventudes Hitlerianas. Estas organizaciones, dirigidas por Baldur von Schirach, fueron las principales herramientas que utilizaron los nazis para adoctrinar a los jóvenes con la ideología nacionalsocialista, moldeando así las creencias, el pensamiento y las acciones de la juventud germana. Mientras que en enero de 1933 las Juventudes Hitlerianas contaban con unos 100.000 miembros, a finales de año esta cifra había aumentado a más de 2 millones. A los judíos no se les permitía unirse a estas organizaciones.
A los chicos y chicas se les enseñaba a tener conciencia racial y a estar en buena forma física para construir un nuevo futuro para Alemania, y a menudo estaban presentes en los mítines y marchas del Partido Nazi.
Dado que las Juventudes Hitlerianas y su sección femenina, la Liga de Muchachas Alemanas, eran consideradas organizaciones totalmente arias por los oficiales nazis, se fomentaba el sexo prematrimonial en sus filas.
En el mitin de Núremberg de 1936, al que asistieron unos 100.000 participantes de organizaciones juveniles, 900 chicas de entre quince y dieciocho años regresaron a casa embarazadas.
Mientras los chicos participaban en entrenamientos militares para formarse como futuros combatientes y soldados para la guerra, las chicas se preparaban para su futuro como esposas y madres. La Liga de Muchachas Alemanas hacía hincapié en deportes como la gimnasia rítmica, que las autoridades sanitarias alemanas consideraban menos extenuante para el cuerpo femenino y mejor orientada a prepararlas para la maternidad. Estas actividades también servían para demostrar el valor del trabajo en equipo. La Liga formaba a las niñas en el cuidado del hogar y la familia, y estas aprendían habilidades como costura, enfermería, cocina y tareas domésticas.
En 1936, la afiliación a los grupos juveniles nazis se hizo obligatoria para todos los chicos y chicas de entre diez y diecisiete años.
Las escuelas también desempeñaron un papel importante en la difusión de las ideas nazis entre la juventud alemana. Desde sus primeros días en la escuela, los niños alemanes estaban imbuidos del culto a Adolf Hitler y su retrato era un elemento fijo en todas las aulas. Mientras los censores retiraban algunos escritos de las aulas, los educadores alemanes introducían nuevos libros de texto que enseñaban a los alumnos el amor a Hitler, la obediencia a la autoridad estatal, el militarismo, el racismo y el antisemitismo.
Elisabeth Volkenrath, tras terminar la escuela primaria, trabajó como niñera y ayudante de cocina, y desde mayo de 1938 hasta el comienzo de la guerra haría lo propio en una peluquería.
La Segunda Guerra Mundial comenzó el 1 de septiembre de 1939, cuando Alemania invadió Polonia. Poco después, Volkenrath hizo sus 6 meses con el servicio de trabajo nacional alemán que era el órgano de trabajo oficial del estado, dividido en secciones separadas para hombres y mujeres. Tras el inicio de la guerra, también era obligatorio para las mujeres jóvenes y su objetivo era prestar apoyo a las fuerzas armadas de la Wehrmacht.
En 1941 Volkenrath fue reclutada por las SS y enviada a Ravensbrück, donde recibió formación como guardia.
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