La ciudad San Agustín es señalada como el asentamiento urbano más antiguo de Estados Unidos y tiene mucho que ver con España. Pues esta ciudad española no permitió la esclavitud durante 200 años antes que se aboliese. Se trataba de un santuario religioso que ofrecía libertad a cualquier persona previamente esclavizada que quisiera convertirse al catolicismo.
Según el registro histórico, a finales del siglo XVII en Estados Unidos existía una ciudad llamada San Agustín (St. Agustine hoy, en inglés). Era un asentamiento en la Florida española que perduró siglos y que hoy es la ciudad más antigua en el país norteamericano.
Este histórico lugar dio protección y libertad a aquellos viajeros fugitivos que habían escapado de la esclavitud en la que vivían en una plantación propiedad de británicos en Georgia y las Carolinas, al norte de EEUU. El relato popular indicaba que este asentamiento español era un santuario religioso y ofrecía libertad a cualquier persona previamente esclavizada que quisiera convertirse al catolicismo, según explicó a la BBC Jane Landers, profesora de historia en la Universidad de Vanderbilt y directora del Archivo Digital de Sociedades de Esclavos, que documenta la historia de los africanos esclavizados y sus descendientes.
Para llegar hasta este lugar de la "libertad", aquellos fugitivos tenían que sortear miles de obstáculos peligrosos. Durante la navegación pasaban por pantanos y desiertos, donde los aguardaban caimanes, panteras y serpientes venenosas, pero peor, tenían que enfrentarse a cazadotes de esclavos que merodeaban por aquellas zonas, señala una publicación de la BBC. Pese a esos peligros, a los que se sumaba la falta de agua y comida "la promesa de la libertad valía el riesgo". Así St. Agustine asentó las bases de una sociedad más justa e igualitaria.
Sin mayores pretensiones, nativos estadounidenses locales Yamassee que vivían en Georgia y las Carolinas "ayudaron a los fugitivos, esencialmente creando un antecedente del "ferrocarril subterráneo" (la red clandestina que organizada en el siglo XIX para ayudar a escapar esclavos de las plantacones del sur) que corría hacia el sur en lugar de hacia el norte", relata el medio británico.
A inicios del siglo XVIII, el asentamiento español ya estaba conformado por una comunidad de afroamericanos anteriormente esclavizados. Aquí vivieron como gente libre, transformándola en una ciudad dramáticamente diferente a cualquier otro lugar del sur de EEUU.
Cuando la religión (y la política) importa más que el color de piel
El registro histórico demostró que, a diferencia del sistema de esclavitud basado en la raza empleado en las colonias británicas, España veía la institución de la esclavitud de manera diferente. "Seguía la antigua ley romana, según la cual cualquier persona, independientemente del color de su piel, podía ser esclavizada si había sido condenada o capturada en guerras", agrega el medio. Sin embargo, como cuenta la BBC, según este código castellano, las personas esclavizadas tenían ciertos derechos y protecciones, como el derecho a ser tratados humanamente y poder recuperar su libertad ya sea mediante el servicio militar o convirtiéndose al catolicismo. A los dueños de esclavos españoles tampoco se les permitía separar familias ni vender niños lejos de sus padres.
"No se trata de color de piel ni de raza. Según el derecho romano, tienes derechos. Puedes denunciar a los malos propietarios que te maltratan y puedes pedir un cambio de propietario", explicó Landers al medio.
Otra que también entraba en juego, en la visión de la esclavitud en España, era la política. Ya que los españoles necesitaban más gente para defender su territorio contra los británicos, que seguían atacando sus asentamientos desde el norte de Estados Unidos.
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