Mientras que en su país natal, Estados Unidos, era despreciada por el color de su piel, en París Josephine Baker puso al público a sus pies. Allí se convirtió en una bailarina inimitable, de fama internacional, pero también actuó como agente de la Resistencia, y acabó convertida en un auténtico icono político y en una superestrella.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/josephine-baker-diosa-ebano_15681
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